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Métodos de Propagación del Copihue

El copihue, por su belleza y valor simbólico, ha despertado desde siempre el interés por multiplicarlo, sin embargo, su propagación no es sencilla y requiere paciencia, técnica y dedicación. A lo largo del tiempo se han desarrollado distintos métodos para reproducir esta planta, cada uno con ventajas y desafíos propios. Desde la siembra por semillas, que permite obtener nuevas combinaciones de colores pero requiere varios años para alcanzar la floración, hasta la multiplicación por mugrón, una técnica vegetativa que permite obtener copias genéticamente idénticas de ejemplares ya seleccionados. También existen métodos más sofisticados, como la propagación in vitro, usada para fines experimentales y de conservación, y otros menos eficaces como el uso de esquejes. Conocer cada uno de estos métodos es fundamental para elegir el más adecuado según los objetivos del cultivador, ya sea conservar una variedad, generar nuevas flores o escalar una producción. A continuación, se detallan las principales técnicas utilizadas para propagar el copihue.

Propagación por Semillas

Este método, aunque es uno de los más tradicionales, también es de los más lentos. Para obtener buenos resultados, las semillas deben estar frescas, recién extraídas del fruto y cuidadosamente lavadas para eliminar la pulpa, ya que al secarse pierden gran parte de su capacidad de germinación. Se recomienda sembrarlas en otoño, permitiendo que pasen por el frío invernal, lo que estimula su brote hacia finales de la estación. Aun así, la germinación puede demorar entre tres a seis meses, y durante los primeros dos años el crecimiento es muy lento, con una alta tasa de mortalidad. Las plantas obtenidas de semilla suelen demorar entre cinco a siete años en florecer, aunque este periodo puede acortarse bajo condiciones controladas, como un invernadero. Un aspecto importante a considerar es que estas plantas no conservan fielmente el color de la flor madre, ya que tienden a producir flores rojas, incluso si provienen de flores blancas. Por ello, si se busca conservar o desarrollar una variedad con características específicas, es recomendable realizar cruzamientos dirigidos entre plantas seleccionadas.

Semillas
Mugron

Propagación por Mugrón

Este método consiste en enterrar parcialmente una rama de la planta madre, sin separarla, para que desarrolle raíces propias. Al cabo de unos meses, cuando ya ha emitido brotes y raíces suficientes, puede separarse como una nueva planta. Es una forma de reproducción vegetativa que permite obtener ejemplares genéticamente idénticos, lo que garantiza mantener fielmente las características de la planta madre, como el color de la flor. Este método es el más utilizado por cultivadores debido a que las plantas florecen mucho antes que las obtenidas por semilla, incluso al segundo año. Existen variaciones de esta técnica, como el mugrón aéreo (o sistema Grollmus), que permite realizar el proceso en altura usando macetas o tarros colgantes. Aunque es un método muy efectivo, no todas las variedades responden igual: algunas generan raíces con facilidad, mientras que otras requieren más tiempo o simplemente no logran reproducirse por esta vía.

Propagación In Vitro

La propagación in vitro es una técnica moderna y compleja que permite multiplicar plantas a partir de pequeños fragmentos de tejido vegetal, cultivados en condiciones estériles y controladas. Estos fragmentos, extraídos de una planta madre, se colocan en medios con nutrientes y hormonas que estimulan su desarrollo hasta formar nuevas plántulas. Posteriormente, estas se trasladan a envases con sustrato (como turba y perlita) y se someten a un proceso de aclimatación gradual antes de poder crecer al aire libre. Este método permite obtener muchas plantas en poco espacio y en menos tiempo que otros métodos, siendo especialmente útil para la conservación o producción a gran escala. Sin embargo, requiere laboratorios especializados y un manejo técnico riguroso.

Invitro
Esqueje

Propagación por Esquejes

El uso de esquejes, es decir, trozos de tallos cortados de una planta madre, es una técnica común en muchas especies, pero no ha resultado exitosa en el caso del copihue. Esto se debe probablemente a que sus tallos, al estar muy lignificados (endurecidos por la madera), no desarrollan raíces con facilidad. Por esta razón, esta técnica no se recomienda como un método viable para la multiplicación del copihue, aunque ha sido objeto de intentos experimentales.

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